Para que me entiendas mejor, piensa en frases como «si trabajo muy duro ganaré mucho dinero». Pensamos que ganamos dinero por la acción de trabajar duro y es a eso a lo que tenemos que prestarle atención. Pero si trabajas duro y piensas «no gano nada de dinero, no tengo tiempo para mi, odio mi trabajo, que pereza ver a mi jefe hoy, nada me sale bien» y vives llena de emociones negativas, de tristeza, pereza y resignación, por más de que trabajes duro te puedo asegurar que el dinero no llegará. Esto es porque hay toda una cadena de pensamientos, emociones, acciones y resultados, de la que olvidamos los 2 primeros pasos, concentrándonos en nuestras acciones y creyendo que son ellas las que producen nuestros resultados y con ello cómo nos sentimos. Es por esto que es importante que le des prioridad a tus pensamientos y tus creencias, si de verdad esperas obtener algún tipo de resultados.

La idea de perfección, de la que empezamos hablando, es un ejemplo ideal de todo esto y es sorprendente ver cómo la concepción que tenemos de la misma nos afecta cada día. Si tu idea de perfección es algo imposible e inalcanzable y en ello consiste tu vida ideal, nunca estarás satisfecho y te enfrentarás a decepción tras decepción, sin creer nunca en la posibilidad de tus sueños y pensando siempre que te faltan mil cosas para ser capaz de alcanzarlos. Pero es importante que entiendas que todos somos perfectos a nuestro modo y perfecto para ti, es todo lo que, en cada momento de tu vida, te traiga las enseñanzas que necesitas y que te van a fortalecer para enfrentar cosas que vivirás más adelante.